Huevos, ¿su ingesta es perjudicial para los niveles de colesterol?

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de que no se pueden comer más de 3 huevos a la semana porque sube el colesterol?

Hace aproximadamente 40 años, la Asociación Americana del Corazón recomendó restringir la ingesta de huevos a 3 unidades a la semana, alegando que el colesterol presente en este alimento aumentaba el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.

A partir de esa afirmación se realizaron numerosos estudios entre 1980 y 2000, de los cuales casi la totalidad de los resultados exponía que la ingesta de huevos no aumentaba el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Uno de los estudios realizados entre 1980 y 1995 sobre una población de 117.000 personas aproximadamente, concluyó que «es improbable que consumir más de un huevo al día tenga un efecto sobre el riesgo de sufrir enfermedad coronaria o accidentes vasculares, en hombres o mujeres sanos«.

A raíz de todos estos estudios, la Asociación Americana del Corazón realizó una revisión en el año 2000, en la cual indicó que «el colesterol procedente de los huevos no supone un riesgo añadido de padecer enfermedades cardiovasculares, permitiendo recomendar la toma de un huevo al día en lugar de la recomendación previa de hasta tres huevos a la semana«.

Colesterol del huevo

El efecto del colesterol dietético (el que se ingiere a través de los alimentos) ejercido sobre los niveles de colesterol plasmático (el que se encuentra en la sangre) es muy bajo en las personas, dependiendo en mayor grado del factor genético, los hábitos de vida y el peso corporal.

El huevo tiene fosfolípidos, que interfieren en la absorción del colesterol presente en el huevo (aproximadamente 200mg), por lo que el colesterol absorbido por el organismo es mucho menor y tiene un efecto escaso sobre el colesterol en sangre.

Nutrientes del huevo

→ Las proteínas tienen un elevado valor biológico debido a su elevado contenido en todos los aminoácidos esenciales (de hecho sirven de referencia para el cálculo de los índices de calidades químicas de otras proteínas, adoptando un valor del 100% de valor biológico) y su composición varía entre la clara y la yema.

→ Los lípidos se concentran en la yema y se encuentran en un 60-65% los triglicéridos, un 30-33% los fosfolípidos (importante la lecitina por su aporte en colina, que reduce la absorción de colesterol y su carencia provoca deterioros hepáticos, de crecimiento, infertilidad, hipertensión, cáncer, perdida de memoria, etc.) y un 5% de esteroles, entre los que destaca el colesterol.

→ Los glúcidos se encuentran en bajas cantidades unidas a proteínas o en estado libre (glucosa), sin grandes diferencias entre la clara y la yema.

→ Los minerales presentes en la yema son calcio, potasio y fósforo; en la clara se encuentran el sodio y el potasio.

→ En cuanto a las vitaminas, en la yema se encuentran vitaminas liposolubles (A, D y E) y ácido pantoténico. En la clara hay vitaminas hidrosolubles del grupo B.

→ Por último, también se encuentran cantidades de pigmentos de aproximadamente 200-300mg/huevo de luteína y zeaxantina.

Conclusiones

El huevo aporta muchos nutrientes, lo que lo convierte en un alimento muy importante que se debe de añadir a la dieta. Lo mejor es incorporarlo cocido, escalfado o al microondas, ya que evitamos añadir grasas a su preparación.

En cuanto al aporte de colesterol, es más significativo el que se obtiene del consumo de alimentos grasos (sobre todo con grasas saturadas y trans) que el que se obtiene a partir de la ingesta de huevos.

Bibliografía

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